Creo que nos pasa a la mayoría de nosotros: ir a un hospital causa un poco de eso, un pelín de nervios, energía que se respira un poco tocada, saber por donde hay dirigirse… Y todo esto si vamos de acompañante, cuando más si es a nosotros a quienes nos acompañan porque somos los pacientes.
Y es una alegría ver como cada vez más centros hospitalarios están siendo conscientes de una asignatura que tienen pendiente: hacer más llevable y más calida al paciente su tiempo de permanencia en el hospital que, ya de por sí, suele ser traumática por el hecho de acudir a realizarse una intervención quirúrgica o una prueba un poco molesta.
Es lo que hablamos de Experiencia de Paciente, mejorar el trato, la atención, lo que va a vivir esa persona desde que entre hasta que salga del hospital, teniendo en cuenta también a sus acompañantes. Y además de las comunicaciones que se han podido realizar antes de la hospitalización y después.
Escribe un Comentario